COMO SER JUDÍO Y NO MORIR EN EL INTENTO

"Un Tipo Serio" es la nueva excentricidad de los hermanos Coen que buscan volver a sorprendernos con esta comedia dramática con un reparto de actores bastante desconocidos que sigue las peripecias de un individuo normal que busca la tranquilidad en su vida a todos los niveles, pese a las fatalidades que le tiene reservado el destino. El invento resulta a medias, una comedia negra demasiado localista que dejará indiferente a la mayoría del público.

Año 1967, Larry Gopnik, un profesor de física de una tranquila universidad del Medio Oeste americano, acaba de enterarse de que su esposa ha decidido dejarle. Se ha enamorado de Sy Ableman, un pomposo conocido de la pareja, que le parece más coherente que el apático Larry. Por si fuera poco, su hermano Arthur, incapaz de conseguir un trabajo, duerme en el sofá del salón; su hijo Danny tiene problemas de disciplina y hace novillos en la escuela hebraica, y su hija Sarah le sisa dinero de la cartera porque sueña con operarse la nariz. Mientras su esposa y Sy Ableman empiezan una nueva vida y la carga de su hermano se hace cada vez más insoportable, alguien empieza a mandar cartas anónimas para chantajear a Larry y hacerle perder su puesto en la Universidad. Además, un alumno de posgrado intenta sobornarle para obtener una mejor nota, al mismo tiempo que le amenaza con llevarle a los tribunales por difamación. Pero la cosa no acaba ahí, la preciosa vecina de Larry le atormenta tomando el sol desnuda. En su lucha por mantener el equilibrio, Larry pide consejo a tres rabinos. ¿Podrá alguien ayudarle a salir del agujero y convertirse en una persona decente, un hombre serio?

Y es que siendo un producto de los creadores de algunas de las más grandes joyas del cine contemporáneo como "Muerte entre las Flores", "Fargo" o "Sangre Fácil", esta marcianada sabe a poco (sigo pensando que la comedia es un género donde los Coen se muestran siempre bastante por debajo de los films donde flirtean con el cine negro). Aunque en el film hay situaciones divertidas que nadie se lleva a equívoco, se trata de una comedia atípica que esquiva la carcajada y la mayoría de sus bromas se centran en la cultura judía lo que la distancia del resto de público.

Como siempre los Coen son unos maestros en el perfilado de personajes extraños y situaciones estrambóticas rayando el absurdo (la historia del dentista y las inscripciones en los dientes), ahí se mueven como pez en el agua y supone el mayor logro del film junto a la espléndida puesta en escena, la fotografía de Deakins, la música de Burwell, y la interpretación de todos los actores donde destaca Michael Stuhlbarg en su primer papel importante en el cine. Pero el ritmo y el guión no consiguen atraparnos y ya desde el innecesario prólogo entenderemos que lamentablemente no nos encontramos ante una de sus Obras Maestras.

U.C. (Daniel Farriol)